domingo, 8 de febrero de 2009
No hay corazón
Se me perdieron los latidos, no habrá nada que me mantenga en pie
Ya no bombea, ya no funciona.
No queda aire, no queda sangre.
No hay un corazón que te ame, que te espere, que te añore.
Se detuvieron los latidos en el momento en que hablaron tus acciones por tus palabras
Y cuando el silencio tuvo un puesto fijo en tus expliaciones.
Ya no me engaño, ya no hace daño.
No hay un corazón, que te arrope, que te quiera, que te toque
Calmo mis latidos. En la tormenta de mi soledad cuando tú, pensamiento, vienes a mi cama.
Cuando me pierdo en una isla de almohadas y cobijas. La noche me quema, tu ausencia me quema.
Calmo mis latidos, calmo mis gemidos
No hay un corazón que te reciba, un corazón masoquista.
Pero no es suficiente porque te quise con cada parte de mi cuerpo, no sólo con mi corazón.
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